jueves, 2 de abril de 2009

Caballito - un modelo de desarrollo urbano desigual




Aprovecho el feriado para compartir un trabajito que hice acerca de una realidad contemporánea de nuestra ciudad.
Pues bien, la misma se trata de un fenómeno territorial basado en la actuación sobre el suelo urbano de grupos inmobiliarios de capital privado. Como se ve, no es en sí un fenómeno nuevo. Hay sectores enteros de la ciudad que prácticamente han sido levantados sobre las bases de esos agentes (junto con el Estado por cierto, sobre todo como promotor de dichas operaciones). Aunque el hecho específico se completa añadiendo que un buen porcentaje de los sectores en que operan los promotores inmobiliarios y constructores ya están construidos. Esto teniendo en cuenta sólo Capital.
De hecho, en muchos casos sus “territorios” (entendidos en este caso como mosaicos dispersos conformados por parcelas en las cuales se edifican nuevas unidades residenciales) se entretejen sobre un tejido urbano previo sumamente denso.
Los casos más sobresalientes son Caballito, Flores y Villa Urquiza. Siendo el tercero el de menor densidad, aunque de importancia posicional estratégica creciente por el "advenimiento" del subte B. Algo similar ocurre en Flores con el A.
Ahora bien, aquí nos enfocamos en el sector sur del barrio de Caballito (próximo a Parque Chacabuco) Más específicamente sobre la calle Jose Bonifacio.
En una entrega muy anterior (Terraceando III, noviembre 2007) había mencionado a esa calle como paradigmática del presente modelo de deconstrucción-construcción urbana residencial. Dicho modelo es la cara visible del momento histórico-económico actual (llamado neoliberal) consecuencia de una nefasta mala interpretación del rol del Estado como regulador de la economía. Mediante la cual se asignaba al “libre juego de oferta y demanda en el intercambio mercantil” el papel central de la economía y por ende, de todas nuestras vidas. Aunque muchos no lo vieron así.
Ahora vemos claramente cómo ese modelo está haciendo agua por todas partes. Devastando el planeta, y lo que tal vez sea peor, a la propia sociedad. Más polarizada y mayormente empobrecida a costa del enriquecimiento continuo de un sector menor y más acaudalado.
Incluso en nuestra ciudad, que es el distrito más rico del país. Ese “abismo social” se puede olfatear. Desde la geografía (como realidad, no tanto como disciplina), se puede ver. En el caso de la distribución desigual de los ingresos (y del trabajo y del acceso a la educación y la salud) se podría hacer un mapa (de hecho los hay) donde los barrios del norte, centro y oeste, en promedio, tienen mejor calidad de vida que los del sur.
Caballito es un barrio del centro (en sentido geométrico) de la Capital. La mayor parte de su población tiene ingresos medios y medio-altos. Recordemos que la calidad habitacional promedio, e incluso en la mayor parte del territorio de la Capital, es buena a muy buena. Casi toda la gente cuenta con agua corriente y cloacas y el 80% vive en departamentos.
Ahora. ¿Qué pasa con los que excluye la expresión "casi"? Bueno, la mayor parte son los que engrosan las filas de las villas miseria, o directamente viven en la calle.
Pero bueno, son sólo el 10%, tan mal no estamos che…..(ironic mode off)
A continuación veremos cómo ciertas contradicciones del modelo económico que mencioné más arriba se manifiestan en el mercado inmobiliario de manera territorial (no sólo, pero eso es lo que voy a estudiar)
La situación habitacional del resto (en el sentido culinario del término, los que el mercado no digiere) no es regular, es pésima. Ahora bien. Sólo en una calle de Caballito (y así hay varias calles en ese y otros barrios del centro y norte) se están construyendo ahora mismo (abril 2009) catorce edificios de vivienda de alta categoría (y eso que considero un sector de sólo ocho cuadras) y ya hay seis finalizados desde 2006.


Desde ya que esta oferta residencial no está destinada a mejorar las condiciones habitacionales de ese 10%, sino en el mejor de los casos de mejorar un poco el confort de sectores medios muy lejos de estar hacinados, sin agua, sin materiales adecuados, etc.
Todo este proceso tiene otro costado. La destrucción del patrimonio edilicio de la ciudad. Se tiran casas de hace 90 años bellísimas por torres de 10 pisos con entrada iluminada, moderna pero que no le llega a los talones del estilo neoclásico que hermoseó la ciudad durante la primera mitad del siglo pasado.
Este proceso es particularmente depredatorio en la cuadra de Bonifacio entre Thorne y Curapaligüe.
La foto adjunta muestra parte de esa cuadra.
En la imagen satélite (fuente mapabuenosaires) 2004 se pueden ver: la calle que sigue la línea gris es Bonifacio; recuadros rojos, son edificios en construcción actual; recuadros naranjas, edificios terminados desde 2006 y recuadros amarillos, casas demolidas desde 2006.
El trabajo lo hice con datos del mapa que incluye información y fotos de parcelas y la propia observación desde el terreno.

PD1: Una de las casas que tiraron en Bonifacio cerca de Thorne fue el lugar donde fui al Jardín de Infantes, "El Globo Azul" se llamaba y era una casa pintada de azul. Por lo cual el valor biográfico-simbólico de ese lugar se fue a la m....
PD2: Gracias Andrés por la foto de portada. Te doy el crédito.

Por último, una nota muy interesante que amplía bastante esta temática.
http://www.cafedelasciudades.com.ar/terquedades_71.htm#1

domingo, 15 de marzo de 2009

2009 se viene con todo







2009 se viene con todo. Después de un receso estival considerable, este blog vuelve a la escena (y vuelve acompañado, como diría Troy McLure).
Y sí, estuve pensando mucho sobre el blog durante el verano (aunque no me crean), cómo hacerlo más dinámico, incluir más información cartográfica (mapas), actualizar más seguido, entre otras cosas. Y la verdad es que todos estos pensamientos no hicieron más que impedir que reviva este espacio de su letargo. Ya que preferí hacer una actualización con un toque innovador a meter una entrada por meterla nada más (de lo cual me considero culpable alguna que otra vez) Pero, como innovar implica una revolución mental y actitudinal, por cierto difícil de conseguir; estuve pensando cómo llevar a cabo ese cambio en vez de hacerles saber todo esto por este mismo medio. Sin embargo, este tampoco es un espacio para andar con muchas cavilaciones mentales (es como si en una película ya hecha apareciera el director dudando en cada escena sobre cómo hacer las tomas) algunos lo verían como inadecuado.

Pues bien, vamos a "geografiar". Este es el momento (ahora, ya) de tomar ciertas decisiones sobre el curso que tomará este blog durante el año.
Mi intención inicial era recorrer todos los barrios de la bonaerense metrópolis. Sumergirse en su vasta geografía (en el espacio, en el tiempo y en la conciencia de cada persona o grupo, o el espacio mental, el de la percepción y representación) y pienso seguir con tal sugerente meta.
Pero, como sabrán, hasta el momento no salí de mi barrio. Lo cual considero que estuvo bien. Me siento satisfecho con lo que hice hasta ahora. Pero pienso que este proyecto se va a enriquecer mil veces si sigo en el plan de "ver" (como el ojo que observa un paisaje cualquiera) la geografía urbana de todo el conjunto (de Buenos Aires, o por qué no de otras ciudades, del país o del mundo, ojo)
Es casi contradictorio practicar una geografía con una clausura espacial tal (la escala del barrio).
Esto es lo que yo pienso, nena...(como diría Lebón)